sábado, 5 de diciembre de 2015

Mandeyapecua, los riesgos sísmicos de la falla chaqueña



El pasado fin de semana se registró un sismo de 6,5 grados en Salta y Jujuy, en la república Argentina.

Los movimientos telúricos se registraron, según las repercusiones en las redes sociales, en algunas zonas de Yacuiba, Bermejo e incluso en la ciudad capital. Ante esa situación surgió la duda, ¿hay riesgo de sismo en el departamento de Tarija?
Desde el punto de vista del geólogo Daniel Centeno, el valle central de Tarija es una de las zonas más seguras dentro de la relatividad de los acontecimientos de estos fenómenos. Esto porque la serranía de Sama actúa como un escudo protector de las ondas sísmicas que vienen del choque de la placa de Nazca que se hunde en el Pacífico contra la parte continental.
En la zona de Mandeyapecua, en cercanías de Camiri, hay una falla enorme, identificada por el Instituto de Sismicidad de los Estados Unidos que tiene sede en Hawái, donde pronosticaron algo preocupante, según indicó Centeno. En un estudio geofísico se determinó que en un tiempo para adelante hay riesgo de que se presente una sismicidad de 9 en la escala de Richter.
Lo que ocurre con el esfuerzo de compresión de la placa de Nazca, es que produce tensiones en las rocas que se desarrollan en todo Bolivia, las fallas producidas cada cierto tiempo se reajustan y al liberar la tensión, la liberación de energía producen ondas sísmicas.
“A mí me preocupa porque las zonas blandas, Yacuiba, Villa Montes, Bermejo, Camiri y los pueblos que van hasta Santa Cruz, están en zonas arenosas”.
Centeno indicó que lo ocurrido en Salta es una llamada de atención pues en ese lugar se tuvo un sismo de 5,8 y en Tarija no se lo sintió pero en Yacuiba sí.
Existen cientos de fallas longitudinales y transversales que cuadriculan Bolivia, es difícil de estimar cuál de todas ellas liberará su tensión. La recomendación del experto es comenzar a pensar en protección por medio de construcciones resistentes a la sismicidad, se necesitan estructuras que puedan soportar altas vibraciones y oscilaciones.
“Lo de Mandeyapecua puede presentarse mañana o en mucho tiempo, pero ya nos avisaron – dijo Centeno -. Hay que tomar esto en cuenta para que no nos encuentre desprevenidos”
En la región de Yacuiba y Villa Montes, donde termina el cerro y comienza el monte, también existe una falla enorme que puede reactivarse en cualquier momento y lo mejor es tomar previsiones.
Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Hawai (EEUU), publicado en mayo de 2005, planteó que la magnitud de un sismo en la zona podría llegar a un máximo de entre 8,7 y 8,9 grados en la escala de Richter, en contraste con los 7,5 grados anteriormente estimados. Esta información también se encuentra en el Observatorio San Calixto de La Paz.
Esta técnica les permitió descubrir que una sección poco profunda al este de la zona, de unos 100 kilómetros de longitud, está encajada entre placas tectónicas en movimiento, lo que genera tensión entre estas estructuras.
Si esta sección se quebrara por la fuerza de un terremoto producido por el choque de las placas, la magnitud del temblor podría alcanzar hasta 8,9 grados.
Según el geólogo Mario Suárez, en una publicación de El Deber en mayo de 2011, esta falla está activa desde finales del siglo XIX. En la zona se registraron dos terremotos importantes. Uno sucedió el 23 de septiembre 1887 (se supone que fue de 7 grados) y causó destrozos en Yacuiba. El segundo fue el 23 de marzo de 1899. Desde entonces no se han reportado sismos de gran magnitud.

Rocas y cuerpos calientes, los protectores

Debajo de Sama existen cuerpos calientes, por lo que se tienen aguas termales en las zonas de San Andrés, Caraparí, La Angostura, La Mamora y otros lugares. Hay cuerpos calientes que provocaron metamorfosis en las rocas de Tarija, por eso es que no se cuenta con arenas ni arcilla en la serranía, se tiene cuarcita y lutita.
Razones por las que Tarija se encuentra protegida ante sismos que vienen del Pacífico.
Estas rocas duras pertenecen al precámbrico, cámbrico, ordovícic.

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