sábado, 19 de septiembre de 2015

Chile vuelve a levantarse tras terremoto y tsunami

Los chilenos enfrentaban ayer la tarea de recoger escombros y volver a levantarse tras una catástrofe, esta vez luego del potente terremoto de 8,4 grados y posterior tsunami que dejaron 12 muertos, cinco desaparecidos y afectaron la producción pesquera de una amplia zona.

En el puerto de Coquimbo, unos 450 kilómetros al norte de Santiago, y la vecina y turística ciudad de La Serena, las zonas más afectadas por el sismo de la noche del miércoles, lugareños apoyados por militares limpiaban la playa y las viviendas afectadas por el agua.

“Ya dimos vuelta la página, siempre pasa así: como si nada hubiera pasado al otro día”, dijo Francisco García, un paramédico de 24 años, mientras recorría la playa de La Serena, donde varios locales comerciales quedaron destruidos por la furia del mar.

Olas de casi 4,5 metros azotaron a varias comunas de la región de Coquimbo, arrastrando barcos, botes de pesca, camiones, autos y desechos de decenas de casas y puestos callejeros del borde costero.

El sismo, considerado el sexto más potente en la historia de Chile y el de mayor magnitud en el mundo en 2015, seguía generando réplicas. Una de las más potentes, de seis grados de magnitud, se sintió a las 06:10 hora local de ayer.

No había aún un balance oficial de daños materiales ocasionados por esta nueva catástrofe, el tercer terremoto por encima de los ocho grados que enfrenta Chile en los últimos cinco años, aunque las evaluaciones preliminares daban cuenta de un perjuicio acotado.

“Seguimos evaluando la magnitud del daño. Hay daños en el borde costero por el tsunami y hay daño tremendo en las zonas interiores por el terremoto, pero sea lo que cueste lo vamos a asumir”, dijo la presidenta Michelle Bachelet, antes de encabezar una ceremonia por la Independencia de Chile.

“Chile tiene recursos para hacerse cargo de esta tragedia”, dijo de su lado el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

El terremoto y tsunami de 2010, de 8,8 grados y con saldo de más de 500 muertos, ocasionaron daños por 30.000 millones de dólares, equivalentes al 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de ese año.

Los daños ahora serían mucho menores, porque el sismo afectó un área más reducida y menos poblada.

Decae el entusiasmo para las fiestas patrias

Ayer arrancaban en Chile los festejos por las fiestas patrias, la celebración más esperaba por los chilenos, que en “fondas y ramadas” o asados familiares celebran el día en que Chile dio el primer paso para su independencia.

Pero este año las celebraciones oficiales tendrán un carácter más acotado. Bachelet decidió no participar de las celebraciones populares y suspender la fiesta que se realiza todos los años en el palacio de Gobierno.

No obstante, las fondas -o locales de comida y baile montados especialmente para la ocasión- seguían funcionando con normalidad, y en las casas hasta en las zonas más afectadas preparaban su parrilla.

“Ayer hicimos el asadito sin luz, sin agua pero igual festejamos por Chile. Chile se recupera y se levanta siempre”, dijo Francisco García, habitante de La Serena.

A lo largo de las playas de La Serena y Coquimbo los turistas, que viajaron pese al terremoto a la zona, miraban asombrados los destrozos.

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