El gobierno de Chile decidió decretar estado de excepción constitucional de catástrofe en la región de Coquimbo, donde el epicentro del terremoto de 8.4 Richter se situó 36 kilómetros al oeste de la población de Canela Baja, a una profundidad de 11 kilómetros.
También presentó un informe preliminar de los daños ocasionados por el terremoto que se registró anoche en el centro y norte de Chile: Al menos 11 muertos, nueve heridos, 610 damnificados, 428 albergados, 175 viviendas con daños mayores y 288 con daños, de acuerdo con el reporte de medios chilenos.
La presidenta Michelle Bachelet visita la región de Coquimbo, desde esta mañana. Fue desde allí que decidió decretar el estado de excepción porque en la zona se registraran 70 mil hogares sin energía eléctrica, lo cual podría afectar la seguridad de esos sectores.
"La Presidenta de la República ha tomado la decisión en uso de sus atribuciones exclusivas de declarar estado de emergencia constitucional de catástrofe en la totalidad de la cuarta región de Coquimbo”, informó el ministro del Interior, Jorge Burgos.
Por ello, la autoridad anunció que en virtud del decreto presidencial tiene que asumir el militar de mayor grado de la división con competencia jurisdiccional en la Región de Coquimbo, que en este caso se trata del general de brigada Schafick Nazar Lázaro, comandante en jefe de la II División Motorizada del Ejército, quien se desplazará a la zona en las próximas horas.
Limpieza en lugar del epicentro
A casi 24 horas de ocurrido el terremoto 8.4 Richter en la zona centro norte de Chile, los habitantes de Canela Baja -epicentro del sismo- ya comienzan a verificar el estado en que quedaron sus viviendas, en medio de fuertes réplicas. "Esto no ha parado en toda la noche", relata a la red chilena Emol Josué Vegas Pereira, cuya casa quedó con serios daños a raíz del fuerte movimiento telúrico.
"Dicen que fueron tres minutos, pero parece que fue de como una hora, porque no paraba. Con mi familia teníamos que sujetarnos, porque si no nos caíamos", sostiene, al momento que hace un silencio y mira al techo. Es otra réplica.
Su vivienda, que es de adobe, presenta varias y profundas grietas. Incluso una de sus paredes cayó sobre el techo de la casa de su vecina, Deidamia Olivares. "La casa de movía y no hallábamos qué hacer. Con mi hija y mi nieta yo lloraba y no podía calmarme", sostiene.
El alcalde de la ciudad, Bernardo Leyton, revela a este medio que hay 37 personas albergadas en el sector de Huentelauquén y que los 10 mil habitantes de la comuna están sin luz. Leyton pidió al Gobierno que les ayude con el envío de carpas y el despeje de las rutas que aún están interrumpidas por los desprendimientos de rocas.
"Se está haciendo un catastro aún y hasta ahora sólo tenemos agua potable. Vamos a habilitar otro albergue en el colegio de Canela Baja y vos a entregar carpas a las personas afectadas", anuncia.
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