Las autoridades
mexicanas trabajan ya en el acondicionamiento de albergues para acoger,
si fuera necesario, a "11.000 o 12.000 personas" que viven en tres
poblaciones cercanas al volcán Popocatepétl, cuya actividad ha aumentado
en los últimos días.
"Ya hay camillas, ya hay agua" para atender
a unas 11.000 o 12.000 personas que viven en los poblados más cercanos,
dijo el coordinador Nacional de Protección Civil de la secretaría de
Gobernación, Luis Felipe Puente Espinosa.
El Centro Nacional para
la Prevención de Desastres (Cenapred) elevó el domingo el nivel de
alerta del volcán a "amarillo-fase tres", un paso previo a la alerta
roja, que tiene dos niveles, y activaron planes de atención y emergencia
en el estado central de Puebla.
Ello estuvo motivado por algunas explosiones, un temor constante, exhalaciones y expulsión de ceniza en la zona.
La
alerta "amarilla-fase tres" considera también la probabilidad de
explosiones de intensidad creciente con el lanzamiento de fragmentos
incandescentes para las próximas horas, según el Cenapred.
En
este nivel amarillo aún "las autoridades federales, estatales y
municipales" deben coordinarse y la gente "estar atenta a las
indicaciones de las autoridades", dijo Puente Espinosa.
La
atención ahora está en los tres municipios de "Santiago Xalitzintla, San
Nicolás de los Ranchos y San Pedro Benito Juárez, que son los que están
más cerca, a 12 kilómetros del Popocatépetl, que es nuestro rango de
seguridad".
"Por el momento, la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) ha enviado ya a efectivos, hemos enviado cuadrillas de salud",
agregó el funcionario.
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