viernes, 1 de marzo de 2013

El accidente de Fukushima sí aumentó el riesgo de cáncer

Los habitantes de la prefectura de Fukushima tienen ahora mayores riesgos de contraer un cáncer que antes del accidente nuclear de marzo del 2011, ocurrido tras un terremoto y un tsunami en el noreste de Japón, según un informe publicado ayer por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El informe de un grupo internacional de expertos convocados por la OMS analiza los riesgos para la salud de las personas que estuvieron muy, poco, o nada expuestas a la radiación emitida por la planta nuclear Daiichi, en la prefectura japonesa de Fukushima.

Los expertos analizaron los efectos en la salud de las personas que habitaban en la localidad de Fukushima (a más de 20 kilómetros de la central), del resto de japoneses, de los residentes de países vecinos y de los ciudadanos del resto del mundo.

El estudio establece que "el riesgo estimado para cánceres específicos en algunos grupos de población de la prefectura de Fukushima ha aumentado", y por tanto, los expertos hacen un llamamiento para que se haga un seguimiento específico y continuado de esas personas.

El informe no habla de cifras, sino que "estima" el riesgo que padecen las personas expuestas a la radiación a desarrollar un cáncer a lo largo de la vida.

Es decir, no habla de los efectos concretos y de las enfermedades ya desarrolladas, sino de lo que se prevé que puede ocurrir en el futuro, un análisis que se ha elaborado gracias a modelos matemáticos y a extrapolaciones extraídas de otros accidentes nucleares.

La exposición humana pudo provenir de la inhalación directa de materiales radioactivos en el aire; o de la contaminación externa a través de las nubes o el suelo; o directa a través de la ingestión de alimentos contaminados.

Del análisis se desprende que las niñas expuestas a la radiación tendrán una tendencia un cuatro por ciento mayor a desarrollar cánceres sólidos (que afectan órganos específicos) durante su vida que antes del accidente.

Asimismo, las niñas tendrán un seis por ciento más de posibilidades de las que tenían previamente al siniestro de desarrollar un cáncer de pecho.

En relación a la leucemia, los niños que ya tenían una mayor tendencia que las niñas a padecerla- tendrán un siete por ciento más de posibilidades de desarrollarla.

El mayor riesgo detectado por el análisis es el aumento del cáncer de tiroides: antes del accidente, siete de cada 1.000 niñas japonesas tenían la posibilidad de desarrollar este tipo de enfermedad.

Tras el accidente, esta probabilidad aumenta un 70 por ciento sobre el riesgo previo, lo que significa que 12 de cada millar de niñas está en riesgo de desarrollar la enfermedad. Con respecto a los "trabajadores de emergencia" que se quedaron en la planta tras el accidente, el informe especifica que dos tercios tienen riesgo de desarrollar un cáncer, mientras que un tercio tiene un "riesgo incrementado" de desarrollarlo.

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