Las víctimas fatales del terremoto de magnitud 7,1 que sacudió ayer las zonas noroccidentales de la provincia de Quinghai, en China, alcanzaron a 589, de acuerdo con la información difundida por los medios de comunicación estatales, mientras continúan las labores de rescate para encontrar sobrevivientes.
El presidente de China, Hu Jintao, y el primer ministro, Wen Jiabao, ordenaron este miércoles a las autoridades locales que realicen todos los esfuerzos necesarios para ayudar a las víctimas del fenómeno.
Las autoridades transmitieron ese mensaje, mientras miles de personas en la prefectura autónoma de Yushu permanecen atrapadas entre los escombros, de acuerdo con informaciones procedentes del lugar.
Actualmente, efectivos del Ejército chino y socorristas enviados por las autoridades de las vecinas provincias de Gansu y Sichuan, y de la Región Autónoma del Tíbet, se encuentran en la zona afectada por el sismo que se registró a las 07H49 hora local.
El epicentro se ubicó a los 33,1 grados de latitud norte y 96,7 de longitud este, a unos 50 kilómetros del poblado de Jiegu y distante a 800 kilómetros de Xining, la capital provincial. Yushu se encuentra a 4 mil metros sobre el nivel del mar. (Telesur)
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